miércoles, 30 de julio de 2008

Jóvenes harajukus de Tokyo

Un mezcla entre lo punk y los 80: chamarras de cuero, dobles bolsos, mallas y colores estridentes hasta en el cabello, tal es la última moda entre los jóvenes de Tokio

El Universal

Un mezcla entre lo punk y los 80: chamarras de cuero, dobles bolsos, mallas y colores estridentes hasta en el cabello, tal es la última moda entre los jóvenes de Tokio.
De acuerdo con Gerardo Noriega, viajero incansable y fiel observador de las costumbres de los países que visita, “el vestir de los jóvenes en Tokio hoy en día es todo un ritual. La mayoría de los chavos crean sus propios looks tratando de llamar la atención al máximo, es como una competencia a ver quién luce más extravagante.
“Se trata de ser diferente a los demás. En ocasiones se visten imitando a los personajes de los animés, los famosos dibujos animados japoneses”, explica.
De acuerdo con Gerardo, la idea es lucirse en lugares públicos, que son el punto de reunión favorito, “los fines de semana se van a los parques donde se juntan a platicar por largo rato”.
Noriega asegura que también sale a relucir en la vestimenta el lado algo atrevido de los japoneses, pues abundan las llamadas “lolitas”, quienes se visten con una especie de uniformes con mini-minifaldas, que se originaron también en los animés tradicionales y en los hentai, o de contenido erótico, y que ya forman parte de una moda permanente en la ciudad.
Comenta que hay ahí una zona donde se encuentran todas las tiendas de las marcas más importantes.
“Se trata de Yoyogi, donde van muchos jóvenes que se distinguen por ser fashion victims (víctimas de la moda) verdaderos fanáticos de las marcas extranjeras, sobre todo de las europeas.
Curiosamente, las tallas son más pequeñas que en otros países, pues quienes son adictos a la moda en este país buscan lucir una muy delgada silueta, tanto hombres como mujeres.
Describe también que “las chicas se ponen muchos accesorios, llevan hasta dos bolsos en la mano, se ve que gastan mucho en su imagen”.
Cuenta que Omotesando Hills es la zona más cool de Tokio, lo mismo que Ginza, donde también hay muchas tiendas de diseñador.
“Aquí vemos gente con peinados punk que se reúnen en bares muy caros y concurridos como Soho´s Omotesando, Bar Ho y Kagaya, entre otros.
Algunos están en el último piso de altos edificios o en los lobbys de hoteles de lujo”, dice.

Un ciudad inspiradora
Visitar Tokio es una buena forma de encontrar inspiración para profesiones como la moda, la arquitectura, el diseño y la tecnología.
“Pienso que debes observar detenidamente cada detalle; descubrir el perfeccionismo de los japoneses, evidente en cada una de las labores que realizan”, dice Noriega.
“Tienen una visión muy diferente a la occidental; son apasionados de la naturaleza y el orden urbano. Su obsesión por la tecnología se aprecia en cada detalle de la cotidianidad.
Hay puentes y edificios impresionantes por doquier, es una ciudad muy ordenada, todo luce de tal manera que te inspira a tratar de ser como ellos”.
Explica que esta obsesión por hacerlo todo perfecto lleva a muchos jóvenes a la frustración y a la depresión y por ello el número de suicidios continúa siendo alarmante.
Entre las novedades en la ciudad, según cuenta Noriega, está la Torre Mori, cuyos interiores fueron creados por el afamado diseñador Issey Miyake, sin duda un atractivo más que nos induce a querer conocer esta bella y moderna ciudad.

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