Inspirada en una calavera azteca que Hirst vio en su niñez, la pieza, bautizada como For the love of God (Por el amor de Dios), tiene la estimación más alta para una obra de un artista vivo.
Damien Hirst espera que su calavera del siglo XVIII, incrustada con 8 mil 601 diamantes, sea exhibida en el Museo Británico, al lado del cráneo en turquesa azteca que la inspiró.
La calavera de Hirst es la estrella de una muestra que incluyó en una pasada exposición otras de sus obras, consagrada al polémico artista de 41 años, en la galería White Cube, en Londres.
Según el artista, la calavera en la que joyeros londinenses incrustaron los diamantes, representa ''la victoria definitiva sobre la muerte".
Hirst dijo que espera que ''la obra quite la respiración" de todo aquel que la mire.
Interés de coleccionistas
La calavera estará expuesta en varios museos y galerías alrededor del mundo. Asimismo, al parecer varios coleccionistas se han acercado al artista y a las galerías donde se ha exhibido, las cuales estan rodeadas de fuertes medidas de seguridad, para expresar su interés en adquirirla.
Las galerías han explicado que Damien Hirst había comprado la calavera del siglo XVIII, que se cree perteneció a un europeo de 35 años, en un mercado en Islington, el norte de Londres. Los análisis de carbono 14 sugieren que el hombre vivió entre los años 1720 y 1810, indicaron los expertos que la han analizado.
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