sábado, 9 de mayo de 2009
El enigma de William Shakespeare
William shakespeare no escribió sus obras. ¿que pensaría si alguna persona le dice esto? Probablemente usted pensaría que esta loco. Pues bien sabemos que William Shakespeare goza del reconocimiento mayoritario como figura suprema del teatro universal, pero veamos algo mas sobre su pasado y las diversas teorías que ponen en tela de juicio la autoría de las obras de William shakespeare.
The new Encyclopedia Britannica señala que “muchos lo concideran el mayor dramaturgo de todos los tiempos. Sus piezas se representan más veces y en mayor número de naciones que las de cualquier otro escritor”, además estan traducidas a mas de setenta idiomas.
Tocante a la autoría del vasto cuerpo literario que se le atribuye, The World Book Encyclopedia dice: “Ninguno de los grandes críticos de shakespeare cuestiona que él haya redactado sus obras y poemas”. No obstante, hay voces que disienten. ¿Por que? Shakespeare nació en Stratford on Avon en 1564 y murió cincuenta y dos años despues, en 1616. Sobre el se han editado incontables volumenes -muchos tras años de paciente investigación- que pretenden contestar una pregunta turbadora, a la par que fundamental: ¿Son realmente suyos los escritos que llevan su nombre?
El Enigma
Sus creaciones reflejan un magnífico caudal de experiencia; por ejemplo, el despliege que hace de terminos y procedentes jurídicos denota dominio del derecho. En 1860, si Jhon Bucknill indicó en el libro Medical Knowledge of Shakespeare (El conocimiento médico de Shakespeare) que el autor sabía mucho de medicina; y otro tanto cabe decir de caza, cetrería y otros deportes, asi como de etiqueta cortesana. Era, en palabras del historiador Shakespeariano Jhon Michell, “el escritor versado en todo”.
En sus obras se mencionan cinco naufragios, lo que aunado al empleo de términos nauticos da a entender que era un avezado marino. ¿Viajó el dramaturgo al extranjero? ¿Le obligaron a servir en la marina? ¿Colaboró en la derrota de la armada Invencible de España en 1588? La respuesta afirmativa a cualquiera de estas preguntas respaldaría la paternidad literaria de Shakespeare, pero no hay pruebas firmes. Igual ocurre con su conocimiento del mundo militar, incluida el habla de los soldados de infantería.
Las citas de la sagrada escritura, muy notables en sus creaciones, pudiera haberlas aprendido de su madre, pero no hay indicios de que ella supiera leer. Ante los conocimientos biblicos del autor, surge la pregunta de que instrucción recibió.
¿Fue un hombre de letras?
Su padre, Jhon, era guantero, lanero y posiblemente carnicero. Aunque analfabeto, era un ciudadano respetable. La mayoría de los expertos opinan hoy que William asistió de niño a la escuela pública de Stratford, si bien no se dispone de las litas del alumnado. Años despues Ben Jonson, dramaturgo y amigo del escritor, afirmó que este sabía “poco latín y menos griego” lo que talvez denote una educación solo “elemental”.
No obstante, el autor tenía conocimientos sólidos de los clásicos griegos y latinos, asi como de la literatura, y quizas los idiomas, de Francia, Italia y España. Disponía también de un amplio vocabulario. La persona culta de la actualidad no suele usar mas de cuatro mil palabras en la conversación. Jhon Milton, poeta ingles del siglo XVII, utilizó unas ocho mil en sus obras. Pero, según cierta autoridad, shakespeare empleó como mínimo 21.000.
Aunque en su testamento de tres páginas se detallan todas sus pertenencias, no hay mención de libros ni manuscritos. ¿Los entrego a Susana, su hija mayor? De ser asi, seguramente se repartieron entre sus descendientes. Intrigado por el misterio, un clérigo del siglo XVIII examinó todas las bibliotecas particulares situadas en 80 kilometros a la redonda de Stratford sin descubrir un solo volumen que hubiese pertenecido al autor.
Los originales de las obras plantean un problema aún mayor: que se sepa, no se conserva ninguno. La edición del primer folio, que contenía 36 obras, se realizó en 1623, siete años despues de morir el autor, astuto negociante que en vida no tomó ninguna medida legal para impedir las frecuentes ediciones piratas.
Algunas compañias ambulantes de actores, habituales en la era Isabelina, visitaron Stratford en 1587. Shakespeare quizá se les uniera y llegara a Londres en el otoño de ese año. Nos consta que se integro en la principal agrupación teatral de Londres: La compañia de lord Chamberlain que acabó convirtiendose en la Compañia Real. La llegada a la capital cambio el curso de su vida. Con los años adquirió propiedades en Londres y Stratford. no obstante, carecemos de información concreta sobre sus acciones entre 1583 y 1592, los importantes “años oscuros”.
En 1599 se edificó en Southwark el teatro El Globo. Ya se conocian en Londres algunas obras del autor, que sin embargo nunca fue famoso. Ni siquiera tuvo un gran funeral, a diferencia de dramaturgos como Ben Jonson y Francis Beaumont, que fueron sepultados con gran pompa en la abadía londinense de Westminster.
¿Se ocultó tras el apellido shakespeare el verdadero autor - o grupo- que radactó las obras?
Entre las más de sesenta posibilidades que se han barajado están el dramaturgo Cristopher Marlowe y personajes tan inesperados como el cardenal Wolsey, Sir Walter Raleigh y aún la reina Isabel I. ¿Cuales consideran mas verosímiles los teóricos?
Aunque las primeras obras shakespearianas revelan el influjo de Christopher Marlowe, este falleció en Londres en 1593 a los 29 años en una riña de taberna. Hay quienes afirman que esta muerte fue una farsa con la que se encubrio su marcha a Italia, lugar donde siguío escribiendo. Lo cierto es que no hay constancia de funeral ni entierro.
El primer candidato es Francis Bacon, eminente letrado y funcionario real, instruído en la Universidad de Cambridge, que redactó muchas obras, y era tres años mayor que Shakespeare. La teoría que atribuye la paternidad de las obras shakespearianas a Bacon se propuso inicialmente en 1769, pero no se tomó en cuenta sino hasta casi ochenta años despues. En 1885 se formó la Sociedad Baconiana para defender esta tesis, sustentada con muchos datos. Por ejemplo, Bacon vivió a unos 30 kilómetros al norte de Londres, cerca de Saint albans, población mencionada quince veces en los escritos de shakespeare, mientras que el pueblo natal de este, stratford on Avon, no aparece ni usa sola vez.
Tanto Roger Manners, quinto conde de Rutland, como William Stanley, sexto conde de Derby, cuentan con sus partidarios. Ambos eran cultos y duchos en la vida palaciega. Pero ¿Por que iba a ocultar ninguno de ellos su obra? P. S. Porohovshikov, profesor que defendió en 1939 la tesis de rutland, dijo: “Sus primeras obras impresas fueron anónimas, y las siguientes seudónimas, pues no se veía bien que un noble escribiera para los teatros populares”
Para algunos, los escritos shakespearianos son la labor de un consorcio de autores en el que cada uno aporto su pericia, por otro lado ya que Shakespeare era un actor diestro, ¿adaptó obras ajenas y las preparó para la escena? Se decía que el nunca ‘tachaba una línea’ de sus manuscritos, lo que pudiera ser cierto con respecto a encargos de enmendar levemente piezas ajenas.
¿Cual es una de las razones principales por la que se cuestionó la autoría de shakespeare? The World Book Encyclopedia señala “La negativa a creer que un actor de Stratford on Avon hubiese podido escribir tales obras. Su origen rural no cuadraba con la imagen que tenían del genial autor”. La citada enciclopedia añade que la mayoría de los supuestos escritores “pertenecian a la nobleza o a otro estamento privilegiado”. Asi pues muchos de los que ponían en tela de juicio a la paternidad literaria de shakespeare creen que “solo pudo haber escrito esas obras un autor instruído, refinado y de clase alta”. Con todo, como indicamos al principio, muchos especialistas creen que Shakespeare si las escribió.
¿Acabará pronto la polémica? No es probable, pues a menos que salgan a la luz nuevos datos, como manusctritos originales o detalles que llenen la laguna de sus “años oscuros” este sublime genio de la palabra seguirá siendo un enigma fascinante.
Artículo tomado de revista ¡Despertad! 1998 8/8
Revisita a Shakespeare:
http://www.analítica.com/va/arte/documentos/6300692.asp
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